viernes, marzo 04, 2011

HAY GOCES Y GOCES

Goce y placer son dos palabras que vulgarmente se homologan como iguales. Sin embargo, gracias a Lacan, para el psicoanálisis sus significados difieren.

Para Lacan "el goce" es todo aquello que está en el orden de la tensión, del forzamiento, del gasto, de la hazaña, en contraposición al "placer" que es todo aquello que desaparace la tensión. Ésta definición la realiza en base al "principio de placer" de Freud. Así marca la diferencia entre goce y placer. En el placer no hay forzamiento, en cambio el goce es el orden del forzamiento, del gasto, se pierde algo y de la hazaña, ya que esta última es una realidad con la que el sujeto se expresa.

Aunque sea contradictorio, dicho goce a aparece en el momento en el cual se evidencia el dolor, en ciertos momentos y sólo con éste el hombre puede experimentar cosas que por otros medios se negaría. Es allí donde Rodríguez afirma que el cuerpo se empieza a experimentar, ya que le goce implica al mismo. Por tanto, el ser humano está dado para el goce, el goce de sí mismo.

Más adelante, Lacan afirma que la causa del goce está en el significante y su disposición es lo que permite saber cómo gozar de ellos y cómo ponerles fin, ya que sin ésto se podría dar la muerte.

Lacan hace diferenciaciones de gocez. En el goce fálico hay limitación en el significante, ya que con ésto se puede tener un sentido de realidad. Sin embargo tal significante es necio en el sentido de que puede tener diferentes variaciones.

Además existe el goce del otro, al cual no se puede acceder, ya que el goce es de "sí mismo" y lo único que podremos hacer serán interpretaciones de él, puesto que ni el otro mismo sabe lo que le pasa. Y de allí dirá que tiene que ver con un fantasma neurótico, el cual podría justificar conflictos humanos, puesto que como yo no gozo y el otro sí se posee cierto recelo.

Sin embargo en el psicótico la experiencia es diferente. Éste a su vez se sentirá gozado por el otro imposible de callar.

Finalmente está el otro goce o goce femenino, el cual no está limitado por el significante. Tal goce no se puede ni trasmitir ni expresar en palabras.Las mujeres, en especial las liberadas de la histéria, pueden acceder más fácil a él que los hombres, ya que en dicho estado la mujer no disfruta de todo su cuerpo sino de una parte en especial. En el varón debe existir un estado de libinidización tal del cuerpo que el pene no sea la única zona del cuerpo de goce.

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